El choclo de dos puntas expresa una realidad opuesta de abundancia y de pobreza, realidades que acompañan el peregrinar humano. Las figuras del misterio, originalmente colocadas dentro del choclo son alargadas, como elevadas a Dios, expresando el asombro ante lo divino.
El artista quiere expresar así que Dios es grande y el pueblo sencillo debe elevar su mirada para poder contemplarlo. En su pueblo hay mucho respeto por lo divino. Se trata de una obra realizada a mano con arcilla y tintes naturales.