Mi nacimiento lo hice inspirado en mi pueblo de Ayacucho, primero por las prendas tradicionales que plasmé, como las polleras, los chullos, los ponchos y los sombreros, además del color tierra que utilizo. Asimismo, quiero que la obra refleje que Jesús nace para salvar a la humanidad y que su fe y enseñanza llegan a todo el mundo, incluyendo los pueblos más pequeños del Perú. Por ello celebramos las fiestas costumbristas con mucha fe y alegría, y en los pueblos siempre queremos transmitirlo de generación en generación.
En mis obras, tradicionales de Ayacucho, siempre he conservado el estilo, color, textura, ya que ello me mantiene conectado al lugar donde nací, y a pesar de que los artesanos debemos evolucionar, cambiar con los años, a mí me gusta continuar con el arte tradicional.
Magno Lucio Huasacca Condori nació en Puente Piedra, Lima, pero aprendió a trabajar con la cerámica en Quinua, Ayacucho. Al igual que sus hermanos y toda su familia se dedica a la cerámica tradicional, gracias a tu padre, Magno Huasacca, que le enseñó desde muy joven. Magno ha obtenido reconocimientos en la Universidad de San Marcos, Inti Raymi, Prompime en el extranjero, reconocimiento por el cónsul peruano en Miami y la Universidad de Miami por enseñar a hablar quechua, asimismo, reconocimiento en Filadelfia en la Universidad de Pensilvania por hacer demostración de cerámica y explicar sobre el “cuchimilco” y hablar quechua.
Actualmente vive en Lima.